Foto: Alcaldía de Medellín
– El 24 % de la población indígena que estudia en Medellín cursa programas de pregrado.
– Los beneficiarios provienen de Antioquia y puntos apartados como La Guajira y el Putumayo, donde el acceso a la educación superior es limitado.
– La sede es un lugar cómodo y seguro, donde los jóvenes comparten tradiciones y preservan su cultura.
Un grupo de 24 estudiantes indígenas tienen una casa estudiantil para vivir y recibir ayuda económica y psicosocial mientras terminan sus estudios en universidades de la ciudad. La casa es administrada por la Gerencia Étnica y ofrece hospedaje a miembros de diferentes comunidades como los Pastos, Zenú, Wayú, Embera Chamí, Embera Dóvida, entre otros.
Los beneficiarios provienen de Antioquia y puntos apartados de La Guajira, el Putumayo, entre otros , donde el acceso a la educación superior es limitado o inexistente. La sede es un escenario para la protección, preservación y reproducción de la cultura.
Representantes de la Gerencia Étnica asisten regularmente al lugar para acompañar procesos de orientación psicosocial, acercar la oferta institucional y ampliar espacios de fortalecimiento de la identidad cultural.
“Realizamos un acompañamiento psicosocial para estos estudiantes en temas como acoplamiento en contexto de ciudad y convivencia. Para nosotros es muy importante que ellos tengan esa permanencia. Por eso queremos ofrecerles espacios donde ellos puedan mantener una buena relación, estar tranquilos, cómodos para que continúen de manera positiva en todo su proceso académico”, manifestó la gerente étnica, Farlin Perea Rentería.
La Alcaldía de Medellín diseñó, construyó y sostiene los gastos de este inmueble, que cuenta con dormitorios, cocina, comedor, sanitarios, patio, zona de ropas, área de estudio, acceso a servicios públicos y cobertura de internet, ésta última para garantizar la permanencia en sus labores académicas. Además, hay personal de seguridad que vela por la integridad y el bienestar de los huéspedes.
Igualmente, se hace seguimiento al relacionamiento entre ellos y se indaga por sus necesidades. También se acercan oportunidades laborales, educativas y económicas que les permitan adelantar su formación de manera integral.
“Para mí ha sido muy valioso tener la oportunidad de llegar a esta casa, porque a nosotros como indígenas se nos dificulta mucho realizar nuestros estudios en una ciudad que no es la nuestra y sin una base de apoyo. Viviendo aquí nos ahorramos el pago del alquiler, los servicios y el internet. Eso es una gran ayuda. Además, podemos convivir con compañeros de otras comunidades y apoyarnos mutuamente”, señaló Jamilton Cano, estudiante de Ingeniería Ambiental y miembro de la comunidad los Pastos.
Los jóvenes originarios que adelanten estudios de educación superior en la ciudad y estén en condiciones de vulnerabilidad, pueden acercarse a las instalaciones de la Gerencia Étnica, en la carrera 50D # 62 – 95 (barrio Prado Centro), para conocer la ruta que deben seguir para acceder a este beneficio.